La toxina Botulínica ( conocida comercialmente con el nombre de DYSPORT, BTX o BOTOX) , ha sido utilizada durante más de 20 años con fines terapéuticos y desde hace unos 8 años en el campo de la cirugía plástica y estética.
Aunque se trate de una toxina, el BOTOX (Toxina Botulínica tipo A) no produce efectos colaterales adversos. Esto se debe a que las cantidades utilizadas en el tratamiento de las líneas de expresión son muy pequeñas y no llegan a disemi-narse por el resto del organismo.
Las líneas de expresión de la frente, el entrecejo, las patas de gallo y el cuello son las áreas estéticas comunmente tratadas con la toxina Botulínica. Hay que estar conciente de que este tratamiento no es un sustituto de la cirugía de rejuvene-cimiento facial.